Lo que más nos gusta en un evento es que todo siga una misma temática o hilo conductor. No dejar nada a la casualidad.
En un post anterior ya os comentamos la elección de las invitaciones, pero no os contamos que dichas invitaciones seguían un patrón o temática que elegimos para toda la boda: CABARET-PARÍS.
Un año antes de la boda hicimos un viaje a París y nos quedamos encantados con la ciudad y con su inspiración vintage. Cada paso que dabas por sus calles nos sugería multitud de ideas para nuestra boda. Pero si hay algo en París que veas constantemente, a parte de la Torre Eiffel en todos los formatos imaginados, son los carteles de los cabarets de finales del S. XIX y principios del XX.
Una vez tuvimos claro que queríamos esos carteles, nuestro viaje se convirtió en una búsqueda insaciable de postales con carteles distintos por todas las tiendas de souvenirs parisinas.
Ya de vuelta del viaje nos pusimos manos a la obra para transformar esas postales en meseros únicos. Y para conseguir eso, nada mejor que utilizar unos materiales 100% cabaret: plumas y lentejuelas.
Conseguimos 32 carteles diferentes, y los 32 fueron transformados en meseros. Para nuestra boda sólo utilizamos 24 de los cuales hoy en día tenemos 8, que junto con los otros 8 que no fueron utilizados, ocuparán un lugar muy especial en nuestra casa, ya que los colgaremos para recordar que una boda no sólo es un día, sino todos y cada uno de los días que pensaste en como conseguir que TODOS DISFRUTASEN.
Un año antes de la boda hicimos un viaje a París y nos quedamos encantados con la ciudad y con su inspiración vintage. Cada paso que dabas por sus calles nos sugería multitud de ideas para nuestra boda. Pero si hay algo en París que veas constantemente, a parte de la Torre Eiffel en todos los formatos imaginados, son los carteles de los cabarets de finales del S. XIX y principios del XX.
Una vez tuvimos claro que queríamos esos carteles, nuestro viaje se convirtió en una búsqueda insaciable de postales con carteles distintos por todas las tiendas de souvenirs parisinas.
Ya de vuelta del viaje nos pusimos manos a la obra para transformar esas postales en meseros únicos. Y para conseguir eso, nada mejor que utilizar unos materiales 100% cabaret: plumas y lentejuelas.
Conseguimos 32 carteles diferentes, y los 32 fueron transformados en meseros. Para nuestra boda sólo utilizamos 24 de los cuales hoy en día tenemos 8, que junto con los otros 8 que no fueron utilizados, ocuparán un lugar muy especial en nuestra casa, ya que los colgaremos para recordar que una boda no sólo es un día, sino todos y cada uno de los días que pensaste en como conseguir que TODOS DISFRUTASEN.
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