Quién ha dicho que octubre es un mes triste (se acaba el verano y se caen las hojas de los árboles). Hoy, unas invitaciones muy alegres para una boda en otoño.
Cuándo te dan la confianza y te insisten en que se fían de tu criterio para diseñar y crear sus invitaciones de boda, se trabaja con una responsabilidad placentera muy agradable.
Estaban bastante perdidos con el tema de la temática que le querían dar a su boda, y como en muchas ocasione explicamos a los novios, no es necesario buscar una temática concreta a nuestro gran día, sino que muchas veces basta con identificar un color o incluso aquello que mejor nos hace sentir como pareja. Indagando cual psiquiatra con sus pacientes en un diván, recordaron lo que les gustaba pasear juntos por el campo y pasar tiempo en contacto con la naturaleza. Así que las flores debían estar en su imagen y con colores alegres, tal y como son ellos.
Para ello se eligieron unas flores que se utilizarían en diferentes formatos para todo el diseño de la invitación. Por un lado, a modo de sello en la parte delantera de la invitación, en la parte trasera y a modo de estampado en el forro del sobre.
La invitación la completaba una tarjeta de info para los compañero de Pedro del Cuerpo Nacional de Policía. Se obsequiaría a los novios con un pasillo de sables y en la info se les daban todas las indicaciones y facilidades para ello.
Para sus nombres, se utilizó una fuente romántica de estilo manuscrito. Para el sobre, se podrían haber utilizado diferentes colores ya que el estampado de la invitación permitía una amplia gama de colores. Hicimos diferentes pruebas, desde el tan de moda kraft, pasando por el granate y rosa.
Y para el exterior, Cristina que es muy detallista quiso identificar a cada uno de sus invitados con una etiqueta que colgaría de una cuerda con sus nombres. Gracias Cristina por la foto con el resultado final ;)
Ya no queda nada para el gran día y esta pareja está ultimando todos los detalles. Estamos seguros que habéis disfrutado mucho de todos los presparativos pero lo mejor está aún por llegar.
Echaremos de menos esos ratos tan buenos en el estudio, esos minutos que se hacían horas. Y es que algo bueno tenía que tener que nuestros novios fueran nuestros vecinos, que cruzando la calle las dudas, risas y charlas estaban aseguradas.
Os deseamos lo mejor "Vecinos".
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