Una boda el 31 de mayo se merecía unas invitaciones muy primaverales. El resultado, unas invitaciones románticas y muy alegres.
Raúl y Antonia quería darle a su boda un aire rústico y primaveral. Su boda se celebraría al aire libre y querían que toda la imagen de la misma trasmitiese esa sensación de frescura y romanticismo que dan las flores y los colores vivos.
Para ello se pensó en utilizar un papel de aspecto natural, un papel que como todo lo demás, cumpliera el objetivo de trasmitir sensación de naturaleza. Un papel con pequeñas astillas de madera visibles en su superficie que trasladaba esa imagen de la que os hemos hablado.
Para cerrar la invitación, tela estampada en flores, con los colores de la imagen diseñada para los novios: rosas y verdes. Y para rematar, ¿algo más natural que la cuerda?
Empezó la cuenta atrás para estos novios...disfrutad de esos nervios finales y que el estrés os sirva de recuerdo bonito para los restos.
Raúl y Antonia quería darle a su boda un aire rústico y primaveral. Su boda se celebraría al aire libre y querían que toda la imagen de la misma trasmitiese esa sensación de frescura y romanticismo que dan las flores y los colores vivos.
Para ello se pensó en utilizar un papel de aspecto natural, un papel que como todo lo demás, cumpliera el objetivo de trasmitir sensación de naturaleza. Un papel con pequeñas astillas de madera visibles en su superficie que trasladaba esa imagen de la que os hemos hablado.
Para cerrar la invitación, tela estampada en flores, con los colores de la imagen diseñada para los novios: rosas y verdes. Y para rematar, ¿algo más natural que la cuerda?
Empezó la cuenta atrás para estos novios...disfrutad de esos nervios finales y que el estrés os sirva de recuerdo bonito para los restos.
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